El cuarto vuelo de prueba integrado de SpaceX, conocido como IFT-4 fue lanzado desde la base de Starbase en Texas, el vuelo de prueba comenzó con éxito a las 5:50 AM PDT del 6 de junio de 2024. El vehículo Starship, junto con el cohete Super Heavy, despegó hacia el cielo con la promesa de avanzar en las capacidades de vuelo espacial humano. A pesar de que el Booster 11 experimentó una separación exitosa, posteriormente se perdió en el océano después de un suave amerizaje, un resultado que estaba dentro de las expectativas de la misión.
La transmisión en vivo de la prueba de vuelo estuvo disponible en el sitio web de SpaceX y en diversas plataformas de redes sociales, permitiendo al mundo ser testigo de este momento histórico. La Administración Federal de Aviación (FAA) otorgó a SpaceX la aprobación para la prueba de vuelo, confirmando que la compañía cumplió con todos los requisitos de seguridad y otros requisitos de licencia para este vuelo de prueba.
La misión IFT-4 tenía dos objetivos claves:
Que el propulsor SuperHeavy realizara un amerizaje suave en el Golfo de México.
Que el Starship sobreviviera al calentamiento máximo durante la reentrada atmosférica.
La Starship continuó su trayectoria como estaba previsto, y alcanzó un apogeo de aproximadamente 213 km sobre el Golfo de México.
Tras un control de actitud inadecuado en el IFT-3 que resultó en una entrada anómala, lo que provocó un sobrecalentamiento de la nave espacial, mucho más allá de lo anticipado, tanto en áreas protegidas como no protegidas”, explicó SpaceX en una publicación de blog después del lanzamiento. “Se concluyó que la causa más probable del balanceo inesperado era el bloqueo de las válvulas que controlan el balanceo. Desde entonces, SpaceX ha incorporado propulsores de control de balanceo adicionales en las futuras naves estelares para aumentar la redundancia en el control de actitud y ha mejorado el hardware para aumentar la resistencia al bloqueo.
