En los últimos años, el avance de la inteligencia artificial (IA) ha crecido exponencialmente, hasta el punto de comenzar a utilizarse en múltiples campos, tanto en investigación como en asistencia. La capacidad de adaptación de la IA la hace extremadamente versátil, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿podría la IA ayudarnos en aviación?
La IA podría ser de gran ayuda durante el vuelo, por ejemplo, evitando turbulencias o corrientes de aire desfavorables. Pero, ¿cómo se integraría esto en las cabinas actuales? Hay varias formas de hacerlo:
1. Sistemas de mantenimiento predictivo: La IA puede transformar la producción y el mantenimiento de las aeronaves, en mantenimiento predictivo de vanguardia. Una IA que está constantemente revisando la aeronave para encontrar posibles fallos y así anticiparse para poder hacer un mantenimiento acorde.
2. Optimización de rutas: La planificación de rutas es un aspecto crucial para garantizar vuelos seguros, eficientes y rentables. Pero a pesar de que las vías aéreas ya están trazadas siempre se puede llegar a optimizar de manera en la que los vuelos sean más económicos. Esto es importante debido a que el costo de sobrevolar el espacio aéreo de diferentes países o zonas tienen precios variados. Pero también hay que tener en cuenta los gastos extras por cambiar las vías aéreas, esto también lo puede hacer la IA, calcular los gastos y generar rutas dependiendo del combustible restante.
3. IA en caso de accidentes: A pesar de lo poco recurrentes que suelen ser los accidente en los aviones, ya que es el método de transporte más seguro, en caso de accidente la IA puede ser de gran ayuda, ya sea calculando la trayectoria del impacto o informando del problema a la tripulación, o incluso ayudando a los pilotos a tomar decisión en cuanto a mandos se refiere.
4. Gestión de eventos AOG: Esta va de la mano con los sistemas de mantenimiento predictivo ya que al encontrar el fallo o la pieza faltante, la IA puede avisar de manera automática para informar a los pilotos y a la empresa de que falta cierta pieza y así de esta esta manera acelerar el proceso de reparación.
Hay otros aspectos en los cuales la ia puede ser útil, como por ejemplo, la gestión de ingresos nunca ha sido sencilla, pero la IA con un sistema de tarificación dinámica puede ayudar a mejorar la eficacia a la que se realizan las tareas de analizar datos históricos y calcular el precio correcto, teniendo en cuenta la ubicación del cliente.
Este avance plantea un dilema moral: ¿nos sentiríamos más seguros con una seguridad potencialmente perfecta proporcionada por una IA o con la tranquilidad de saber que hay un humano real controlando todo?
