El pasado 16 de julio, un equipo de investigación italiano liderado por Lorenzo Bruzzone y Leonardo Carrer de la Universidad de Trento, confirmó la existencia de unas cuevas que podrían llegar a ser habitables por el ser humano. Una de estas cuevas se encuentra específicamente en Mare Tranquilitatis, una región de la luna que es considerada un mar lunar, y es donde aterrizó el Apolo 11.
La investigación utilizó datos del Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA para confirmar la existencia y el tamaño de la cueva. Durante 50 años la existencia de estas cuevas era tan solo una teoría, y ahora, también se sabe lo que se puede hallar en estas cuevas, hasta el momento solo se ha encontrado una especie de “tragaluz” o abertura que facilita la entrada en las cavidades lunares, a estas aberturas se les denomina pozos lunares, y se especula que algunos de estos pozos tengan un huecos profundos debido a antiguos flujos de lava lunar.
Los especialistas dicen que una de las cuevas en específico podría llegar a tener hasta 150 metros de profundidad y 100 metros de ancho. Teniendo estos parámetros en cuenta, esta cueva tiene un potencial gigantesco debido a que se podría convertir en la primera base lunar, ya que está más protegida contra los múltiples peligros que hay en la luna, que entre ellos están: la radiación cósmica, los micrometeoritos y las extremas variaciones de temperatura. Además, en este tipo de estructuras puede llegar a haber agua congelada, la cual, es de vital importancia para la supervivencia del ser humano en la luna y supondría un recorte de costes inmenso ya que la base no tendría que importar agua desde la tierra, o al menos al durante la temporada temprana de asentamiento.
En conclusión, se han encontrado unos huecos en la luna denominados pozos lunares, en algunos de ellos tienen cavidades dentro que hace millones de años eran tubos de lava lunar, estos tubos hoy en día podrían ser un lugar perfecto para un asentamiento en la luna y también como lanzadera a un futuro de exploración a otros planetas.
Una base permanente en la luna podría llegar a servir de lanzador a la exploración de otros planetas como Marte, antes, debido a los problemas meteorológicos de la luna, el crear una lanzadera espacial en la luna era una apuesta muy arriesgada, ya que una construcción de tal importancia tiene un gasto muy elevado, aún más teniendo en cuenta que es en la luna, y con los peligros que hay al “aire libre” en el satélite natural de la tierra pues no se consideraba una opción viable, hasta ahora. El fondo del pozo lunar, contiene, según el equipo de investigación, una especie de pila de rocas y a los laterales de la cueva están los antiguos tubos de lava donde se podría construir la base.
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