El pasado sábado 31 de agosto, el astronauta de la NASA Butch Wilmore reportó un extraño sonido proveniente de un altavoz dentro de la nave espacial Starliner, actualmente acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS). Wilmore, en comunicación con el Centro de Control de Misión en Houston, describió el ruido como un “ping” similar al sonar, lo que generó curiosidad y preocupación entre los controladores de vuelo. Este incidente se suma a una serie de desafíos que la nave Starliner ha enfrentado desde su lanzamiento, incluyendo fugas de helio y fallos en los propulsores.
La NASA, tras una investigación inicial, determinó que el sonido era causado por una configuración de audio entre la ISS y la Starliner. Este tipo de retroalimentación es común en sistemas de comunicación complejos como el de la estación espacial, que conecta múltiples naves y módulos. A pesar de la naturaleza inusual del ruido, la agencia espacial aseguró que no representa un peligro para la tripulación ni para la nave.
El meteorólogo Rob Dale, basado en Michigan, capturó y compartió una grabación del audio, lo que permitió a la comunidad científica y al público en general escuchar el peculiar sonido. Este evento recuerda a otros incidentes similares en la historia de la exploración espacial, como el caso del astronauta chino Yang Liwei, quien en 2003 reportó un ruido extraño durante su misión, que luego se atribuyó a pequeñas deformaciones en la nave debido a diferencias de presión. La Starliner, desarrollada por Boeing, ha estado en el centro de atención debido a varios problemas técnicos que han retrasado su misión tripulada. Originalmente, la nave debía regresar a la Tierra con Wilmore y su compañera de tripulación, Suni Williams, pero debido a las incertidumbres sobre su capacidad de vuelo, la NASA decidió que la Starliner regresará de manera autónoma el próximo 6 de septiembre.
Además, este incidente ha generado un debate sobre la confianza en la tecnología espacial de Boeing. La empresa ha enfrentado múltiples desafíos técnicos con la Starliner, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre su fiabilidad y seguridad. La rápida respuesta de la NASA y la transparencia en la comunicación han sido aspectos positivos, pero los problemas recurrentes podrían seguir siendo una fuente de preocupación para la comunidad espacial y el público en general.
En resumen, aunque el extraño sonido en la Starliner generó inquietud inicial, la NASA ha confirmado que se trata de un fenómeno benigno relacionado con la configuración de audio. Este incidente subraya los desafíos continuos en la exploración espacial y la importancia de la comunicación y la seguridad en misiones tripuladas.
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