La misión Polaris Dawn regresa a la Tierra.

La misión Polaris Dawn regresa a la Tierra.


Jared Isaacman

La misión Polaris Dawn, operada por SpaceX y con Jared Isaacman como comandante, ha conseguido amerizar en el océano atlántico tras 5 días orbitando la tierra consiguiendo el logro de hacer la primera caminata espacial por una empresa privada. Uno de los hechos más impactantes e importantes de la misión es el recorrido que realizó la nave espacial, ya que estableció una órbita elíptica y consiguió alcanzar en el apogeo los 1400 km, lo que la convierte en la misión con la órbita con más distancia en el espacio por una nave tripulada desde las misiones Apolo del siglo pasado.

Durante la misión se llevaron a cabo alrededor de 36 estudios, abarcando tanto innovaciones tecnológicas como investigaciones sobre la salud humana en el espacio. Entre estos estudios, se probaron nuevas tecnologías de comunicación basadas en láser y se investigaron los riesgos y desafíos que enfrentarán los astronautas en viajes espaciales prolongados y más distantes.

Uno de los principales riesgos estudiados fue el Síndrome Neuro-Ocular Asociado a Vuelos Espaciales (SANS), una afección que afecta la visión de los astronautas. Además, se exploraron las Embolias Gaseosas Venosas (EGV), un problema que ocurre cuando el aire entra en la circulación venosa sistémica. Este gas es transportado a los pulmones a través de las arterias pulmonares, lo que puede interferir con el intercambio de gases, provocando arritmias, hipertensión pulmonar e, incluso, falla cardíaca.


Sarah Gillis

Anna Menon

Entre todos los propósitos de la misión uno de los más destacados ha sido la primera caminata espacial privada en la historia de la humanidad. Los astronautas Jared Isaacman y Sarah Gillis llevaron a cabo esta misión utilizando trajes diseñados para actividades extravehiculares (EVA). Una de las cosas más interesantes de estos trajes es el hecho de que las partes más flexibles del traje se rigidifican por la presión interna y esto le da seguridad estructural, es decir, la rigidez protege al astronauta de impactos y ayuda a distribuir la presión interna de manera uniforme, evitando puntos de tensión que podrían causar daños al traje y a la persona, también contiene una jaula conductora o de Faraday en la superficie del traje que lo protege de campos electromagnéticos.

Durante la caminata, que duró aproximadamente 2 horas, realizaron diversas pruebas para evaluar el rendimiento del traje, centrándose en aspectos como la movilidad y la funcionalidad. Estas pruebas involucran movimientos básicos y complejos, esenciales para garantizar que el traje se adapte correctamente a las exigencias del espacio.

Uno de los componentes más importantes fue el casco, impreso en 3D con diferentes materiales como: policarbonato, nylon, poliuretano termoplástico y fibra de carbono. El casco también cuenta con una visera diseñada para reducir el deslumbramiento y con un sistema Heads-Up Display (HUD) que permite a los astronautas monitorear en tiempo real parámetros clave del traje, como la presión y la temperatura, lo que asegura su capacidad para soportar las condiciones extremas del espacio.

Kidd Poteet