La estrella T Coronae Borealis, ubicada en la constelación Corona Borealis a unos 3,000 años luz de la Tierra, está próxima a experimentar una erupción visible a simple vista. Los astrónomos anticipan la erupción de esta nova recurrente, un evento que se repite aproximadamente cada 80 años. A diferencia de las novas clásicas, que son explosiones de estrellas en la fase final de su vida, las novas recurrentes como T CrB tienen erupciones periódicas causadas por la interacción entre dos estrellas. En este caso, una gigante roja y una enana blanca orbitan en proximidad. La gigante roja pierde material que se acumula sobre la enana blanca, elevando su temperatura hasta que se produce una explosión.
La última vez que T CrB fue visible sin telescopio fue en 1946, cuando su brillo capturó la atención de astrónomos y aficionados del cielo nocturno. Este año, se espera que la nova brille lo suficiente como para ser observada sin telescopio durante aproximadamente una semana. Durante la erupción, la estrella alcanzará una magnitud de 2, comparable al brillo de la estrella polar, convirtiéndose en una de las más brillantes del cielo nocturno. Los estudios previos documentan erupciones en 1866 y han encontrado evidencia de observaciones en años como 1217 y 1787.
La observación de T Coronae Borealis no solo representa un espectáculo visual impresionante, sino que también ofrece una valiosa oportunidad para estudiar las dinámicas de las estrellas binarias y los procesos que subyacen a las explosiones estelares. Las novas recurrentes como T CrB son laboratorios naturales para comprender mejor la física de las explosiones estelares y la evolución de las estrellas. Este evento se podrá observar en el hemisferio norte, ara encontrarla, se recomienda mirar hacia el noroeste en dirección a la parte superior de la constelación, que tiene forma de semicírculo o «copa».
Había alrededor de un 70% de probabilidad de que T Coronae Borealis entrase en erupción antes de septiembre pero como no ocurrió se ha aumentado al 95% para finales de año. Esto convierte al evento en una oportunidad única no solo para los astrónomos, sino también para los entusiastas de la astronomía que buscan disfrutar del espectáculo. A medida que nos acercamos a este momento, se recomienda a los observadores del cielo que busquen la ubicación de T Coronae Borealis en la constelación y estén atentos a las actualizaciones sobre su brillo
La explosión de T Coronae Borealis es un recordatorio del misterio del universo. Este evento nos invita a levantar la vista y maravillarnos con los fenómenos cósmicos que nos rodean. Mientras esperamos la erupción, los astrónomos permanecen vigilantes, listos para documentar este momento único en la historia de la astronomía. Este fenómeno no solo es un deleite visual, sino también una fuente de datos científicos que puede ofrecer nuevas perspectivas sobre la naturaleza de las estrellas y las fuerzas que las rigen. En resumen, la inminente erupción de T Coronae Borealis promete ser un espectáculo astronómico notable que subraya la belleza y la dinámica del cosmos.
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