Proba-3: tecnología española al servicio de la ciencia solar.

Proba-3: tecnología española al servicio de la ciencia solar.

31/10/24

La misión espacial Proba-3, liderada por España en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), marca un hito en la observación solar y la investigación de fenómenos solares mediante el desarrollo de un coronógrafo único en su clase. Este coronógrafo permitirá estudiar la corona solar, una región compleja y poco accesible a causa del resplandor del Sol, gracias a la creación artificial de «eclipses solares» desde el espacio. Proba-3 se compone de dos satélites que viajarán en formación a una altitud de 60.000 kilómetros, de modo que uno de ellos bloquee la luz solar, mientras que el otro, equipado con el coronógrafo de ASPIICS, Association of Spacecraft for Polarimetric and Imaging Investigation of the Corona of the Sun, obtenga imágenes precisas y detalladas de la corona solar en una región que va de 1,1 a 3 radios solares. Este sistema de vuelo en formación es altamente innovador, ya que exige una precisión de alineación submilimétrica, alcanzada mediante un avanzado sistema de posicionamiento que combina navegación por satélite, enlaces de radio, cámaras, LED y rayos láser entre los satélites​.

El equipo científico español liderado por Sener Aeroespacial ha sido el principal responsable de la ingeniería de sistemas, diseño y fabricación de varios de los elementos cruciales de esta misión. Además de Sener, otras empresas españolas y europeas como GMV y Airbus han participado en el desarrollo de Proba-3, coordinadas por la ESA y el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI). Este proyecto permite no solo ampliar el alcance de las observaciones solares, sino también abrir el camino hacia nuevos tipos de misiones científicas y aplicaciones espaciales.

El lanzamiento de Proba-3, previsto para el 29 de noviembre de 2024, representa una oportunidad única para probar en órbita tecnologías punteras de navegación autónoma y de comunicación precisa entre satélites, las cuales son fundamentales para mantener la precisión y estabilidad necesarias para la investigación solar. A lo largo de sus órbitas elípticas, la pareja de satélites pasará de una fase de vuelo autónomo en formación a una fase pasiva para optimizar el consumo de recursos. Este ciclo permite al sistema reducir las interferencias y perturbaciones externas, maximizando así la calidad de los datos obtenidos. Los resultados de Proba-3 serán decisivos para futuras misiones de la ESA y de otras agencias espaciales interesadas en tecnologías de vuelo en formación autónoma y la observación de cuerpos celestes desde nuevas perspectivas.

En conclusión, PROBA-3 representa un avance significativo para el mantenimiento de infraestructuras espaciales y la implementación de tecnologías como la interferometría óptica y de radio. Su capacidad para operar satélites en formación permite un monitoreo preciso y la detección de fallos en sistemas orbitales, mejorando así la seguridad y la eficiencia en el espacio. Al validar nuevas tecnologías, PROBA-3 no solo contribuye a la gestión del tráfico espacial, sino que también allana el camino para futuras misiones que podrían mejorar las comunicaciones y la observación del universo. Este enfoque integral es esencial en un entorno donde la creciente cantidad de satélites requiere un monitoreo y mantenimiento cada vez más sofisticados.