Robots de la NASA abren nuevas fronteras en la exploración del sistema solar.

Robots de la NASA abrieron nuevas fronteras en la exploración del sistema solar.

Fotografía de Spencer Lowell

La NASA dio un paso gigantesco hacia la exploración espacial con la creación del Exobiology Extant Life Surveyor (EELS), un robot con forma de serpiente diseñado para explorar los océanos subterráneos de «Encélado», una de las lunas de Saturno. Este innovador proyecto buscaba comprender mejor nuestro sistema solar y buscar signos de vida extraterrestre en entornos extremadamente desafiantes. El robot, que pesaba unas 100 libras, estaba equipado con ruedas giratorias que le permitían deslizarse por terrenos abruptos y estrechos, de manera similar a cómo lo haría una serpiente.

EELS formaba parte de un esfuerzo más amplio de la NASA para desarrollar robots capaces de operar en condiciones hostiles y de difícil acceso, tanto en la Tierra como en el espacio. Otros proyectos destacados incluyeron el robot COBRA, creado por estudiantes de la Universidad Northeastern, que ganó el concurso NASA Breakthrough, Innovative, and Game-changing (BIG) Idea Challenge por su capacidad de explorar el cráter Shackleton en el polo sur de la «Luna». Este robot innovador estaba compuesto por 13 minirobots que se unían formando una cadena serpenteante, permitiéndole moverse lateralmente y sortear obstáculos de manera eficiente.

La Universidad del Estado de Arizona presentó CHARLOTTE, un robot de seis patas capaz de escalar pendientes pronunciadas, y la Universidad del Estado de Florida mostró el Extreme Terrain Quad (ET-Quad), un robot de cuatro patas del tamaño de un terrier que se desplazaba ágilmente por terrenos rocosos. Estos robots estaban diseñados para enfrentar las dificultades de los cráteres lunares y otros terrenos accidentados, proporcionando datos valiosos para futuras misiones tripuladas y no tripuladas.

El objetivo final de estos proyectos era desarrollar tecnologías que pudieran ser utilizadas en misiones futuras a la «Luna», Marte y otros cuerpos celestes. La capacidad de estos robots para operar en entornos extremos y realizar tareas complejas sin intervención humana directa era crucial para la exploración espacial. Además, estas tecnologías tenían aplicaciones terrestres prometedoras, como la investigación de zonas inaccesibles en el fondo del océano o áreas afectadas por desastres naturales.

La NASA lideraba la innovación en la exploración espacial con la creación de robots avanzados como EELS, COBRA, CHARLOTTE y ET-Quad, diseñados para enfrentar los desafíos de los terrenos más difíciles y contribuir a nuestra comprensión del universo y la búsqueda de vida extraterrestre.