El asteroide 2013 TV135, descubierto el 8 de octubre de 2013 por el Observatorio Astrofísico de Crimea, ha sido objeto de seguimiento por parte de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras organizaciones internacionales debido a su tamaño y su órbita cercana a la Tierra. Con un diámetro estimado de 400 metros, este objeto celeste ha sido clasificado como un asteroide potencialmente peligroso (PHA, por sus siglas en inglés), una categoría que incluye a aquellos cuerpos que se acercan a menos de 7,5 millones de kilómetros de la Tierra y tienen un tamaño lo suficientemente grande como para causar daños significativos en caso de impacto. Según datos del CNEOS (Center for Near-Earth Object Studies) de la NASA, la probabilidad de impacto en 2032 es de 1 en 83, lo que equivale a un 1,2% de posibilidades. Sin embargo, los científicos insisten en que estas cifras son preliminares y están sujetas a cambios a medida que se recopilen más observaciones.
La ESA, por su parte, ha incluido al asteroide en su lista de riesgos, pero ha aclarado que las probabilidades de impacto son «extremadamente bajas» y que es probable que se descarte por completo en los próximos meses o años. En declaraciones recogidas por BBC News, los expertos han explicado que es común que los asteroides recién descubiertos presentan inicialmente una mayor probabilidad de impacto debido a la incertidumbre en sus órbitas. A medida que se realizan más observaciones y se refinan los cálculos, estas probabilidades suelen disminuir drásticamente. De hecho, según Space.com, en 2013, poco después de su descubrimiento, la probabilidad de impacto se estimó en 1 en 63.000, pero los nuevos datos la ajustaron a 1 en 83, lo que demuestra cómo las estimaciones pueden variar significativamente.
En cuanto a las consecuencias de un impacto, los científicos han señalado que, aunque el asteroide no es lo suficientemente grande como para causar una extinción masiva, el impacto del asteroide 2013 TV135 liberaría una energía 50 veces mayor que la de la Bomba del Zar, equivalente a 2.500 megatones de TNT, lo que podría devastar un área de miles de kilómetros cuadrados. Sin embargo, este escenario es considerado altamente improbable. La NASA ha reiterado que, en caso de que el asteroide representara una amenaza real, se cuenta con tecnología suficiente para desviarlo, como la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), que en 2022 demostró con éxito la capacidad de alterar la órbita de un asteroide.
En resumen, el asteroide 2013 TV135, con una probabilidad de impacto de 1 en 83 para el año 2032, ha sido clasificado como potencialmente peligroso debido a su tamaño y su órbita cercana a la Tierra. Sin embargo, los expertos de la NASA, la ESA y otras organizaciones coinciden en que es poco probable que represente una amenaza real, ya que las probabilidades de colisión suelen disminuir a medida que se obtienen más datos. Mientras tanto, las agencias espaciales continúan monitoreando su trayectoria y desarrollando tecnologías para proteger al planeta de posibles impactos en el futuro.
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