Drones en la emergencia: la nueva era de la logística y la prevención de desastres.

Drones en la emergencia: la nueva era de la logística y la prevención de desastres.

Los drones han dejado atrás su imagen de simples dispositivos recreativos o herramientas para capturar imágenes aéreas en eventos deportivos o conciertos. Hoy, estas aeronaves no tripuladas han evolucionado hasta alcanzar dimensiones comparables a las de pequeños aviones, con capacidades que les permiten llegar a la estratosfera y operar durante meses, compartiendo espacio con satélites. Este avance tecnológico no solo está transformando la forma en que nos movemos, sino que también está redefiniendo sectores como la logística, la gestión de emergencias y la agricultura. Según Marta García Gutiérrez, ingeniera aeroespacial y experta en drones de Telespazio Ibérica, «no hablamos solo de volar, sino de los datos que son capaces de recoger y de lo que puede hacerse con ellos».

Marta García, responsable de drones en Telespazio Ibérica, una compañía líder en geoinformación en España, está al frente de uno de los proyectos más ambiciosos del país en este ámbito. Impulsado por el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura, el programa se centra en tres áreas clave: logística hospitalaria, biodiversidad y prevención y extinción de incendios forestales. «Mi trabajo es definir rutas viables para estos drones, que se integren de manera segura con la aviación tripulada», explica García. Este esfuerzo es particularmente complejo en situaciones como los incendios forestales, donde es necesario coordinar helicópteros, brigadas y otras entidades.

Uno de los mayores desafíos actuales es la regulación del espacio aéreo para permitir la convivencia entre drones y aviones convencionales. Aunque el objetivo es claro, la realidad es que existen dos mundos enfrentados: por un lado, una gran cantidad de proyectos innovadores que buscan mejorar la calidad de vida mediante el uso de drones, y por otro, una regulación que aún no está preparada para asumir este nuevo escenario. «El principal hándicap es conseguir la regulación necesaria para que todo esto sea posible», señala García. Además, la falta de infraestructuras, como vertipuertos y rutas aéreas bien definidas, representa otro obstáculo importante.

A pesar de estos desafíos, el futuro de los drones parece prometedor. En el ámbito de las emergencias, por ejemplo, estos dispositivos han demostrado ser herramientas invaluables. Durante los incendios forestales, los drones pueden operar de noche, cuando los helicópteros tripulados no pueden volar, proporcionando información crucial para controlar las llamas. En el campo de la logística hospitalaria, permiten el transporte rápido y eficiente de medicamentos y suministros, especialmente en zonas rurales de difícil acceso. Además, en la agricultura, los drones se utilizan para inspeccionar cultivos, monitorizar campos y minimizar riesgos.

Pero el potencial de los drones no se limita a estas aplicaciones. En un futuro no muy lejano, podrían convertirse en una parte integral de nuestra vida cotidiana. «En una década, veremos drones entregando paquetes en nuestras casas», afirma García. Este avance no solo revolucionará el comercio electrónico, sino que también abrirá nuevas posibilidades en sectores como el transporte público. Los aerotaxis, por ejemplo, ya están siendo probados en países como Estados Unidos y China, y podrían convertirse en una realidad en Europa en los próximos años. Aunque inicialmente realizarán rutas cortas, se espera que con el tiempo amplíen su alcance, contribuyendo a descongestionar el tráfico en las ciudades.

Sin embargo, la implementación de estas tecnologías no está exenta de desafíos. Además de los aspectos regulatorios y de infraestructura, existe un factor psicológico que no debe subestimarse: el miedo a confiar en vehículos no tripulados. «Cuando subimos a un avión, confiamos en un piloto y una tripulación, lo que nos da seguridad», reconoce García. Aunque los drones y aerotaxis son cada vez más autónomos, la transición hacia su aceptación generalizada requerirá tiempo y esfuerzo.